miércoles, 20 de mayo de 2009

Visión integradora de la educación



La visión integradora de la educación planteada por Hernández propone como función esencial de la escuela el favorecimiento de la equidad, posibilitando que todos, sin exclusiones, encuentren su lugar para aprender. Considera la escuela como un escenario en el que los sujetos, a partir de diferentes prácticas culturales, aprenden formas de ser en el mundo
La finalidad primordial de esta visión es favorecer la creación de experiencias de aprendizaje con sentido.
Propone una posición centrada en la necesidad de los sujetos de dar sentido al mundo en que viven y a sus propias experiencias, rompiendo con la lógica hegemónica del pensar sobre la educación y con la epistemología del punto cero.
La visión de integración considera la integración de la experiencia, la integración social, la integración de los conocimientos y la integración como diseño curricular.
La actual organización de la escuela (naturalizada como la única sobre la que parece posible pensar) tiene su fundamento en una narrativa sobre el sujeto que conceptualiza y racionaliza la dominación sobre otro al que se lo considera carente de sentido y saber. La dominación se refiere al profesor sobre el alumno. Narrativa que tiende a la homogeneización y la separación de clases.
Se requiere de una nueva narrativa (basada en promover experiencias y no en aprender contenidos) para que la educación escolar tenga sentido con los sujetos del presente. Su finalidad debe ser no preparar para el futuro, sino dar sentido a cada presente por el que transitan los sujetos. Debe ser una narrativa abierta a los saberes y emergencias.
Desde la visión integradora de la educación, el currículo refleja los saberes construidos a partir de la apropiación de la información y posterior transferencia a situaciones nuevas, el papel desempeñado en el entorno social y las relaciones mantenidas y deseadas. No se limita a la simple redacción de lo que el profesor va a enseñar cada día, ni lo que contiene un libro de texto.
La perspectiva integrada promueve una visión dialógica de la construcción de la subjetividad (opuesta a la visión dualista de mente cuerpo que rige en la escuela) en la que se valoran las experiencias corporeizadas y sus potencialidades.
Conceptualiza la subjetividad humana como contextualmente situada y en constante proceso de llegar a ser.
Los cambios en la sociedad y en la escuela reclaman transformaciones profundas en la relación de la sociedad con la escuela y un reposicionamiento de la profesión docente y su visión sobre los alumnos.